©foto Pilar Rangel
Acompañamos y servimos a todas las personas que necesitan una primera atención, bienvenida, escucha y orientación.
El acompañamiento y la acogida no pueden tener un verdadero impacto en la vida de las personas migrantes si no existe una verdadera intervención jurídica, que les permita conocer y defender sus derechos para desarrollar sus vidas con normalidad.
Desde nuestros programas de acogida residencial, con jóvenes y familias, construimos una cultura de hospitalidad, no sólo a través de la vivienda, sino ofreciendo acompañamiento integral, formación, atención jurídica y sociolaboral, así como actividades de encuentro y ocio.
Contamos con programas de formación prelaboral y orientación para fomentar la empleabilidad. Ofrecemos oportunidades para mejorar competencias personales en la búsqueda y mantenimiento del empleo, y lo hacemos en diálogo con empresas y empleadores.
El voluntariado es una de nuestras líneas esenciales, todos los programas se desarrollan gracias a una extensa red de personas voluntarias, creando espacios de encuentro y cercanía en la acogida, valor de la persona en el centro, participación de la sociedad civil, diálogo y transformación social.
Impulsamos un espacio de interioridad donde cada persona que se acerque tenga la posibilidad de plantearse interrogantes, encontrar respuestas, profundizar en la diversidad religiosa y re-conectar.
Programa de Acogida y Social
Marialex, para el momento de esta entrevista participaba en el recurso de emergencia, uno d elos programas de Acogida y Social de Pueblos Unidos. Su travesía ha estado llena de altos y bajos pero ha asumido este transitar con mucho optimismo para sacar adelante su vida y la de su familia.
Programa Formación y empleo
«Llegar aquí fue bastante fuerte, como un impacto. Sin embargo, puedo decir con propiedad que tuve mucho apoyo de parte del país, hay instituciones que existen y son muy buenas, entre ellos Pueblos Unidos».
Programa de Jóvenes
«Decidí abandonar mi hogar y migrar a España siendo aún menor de edad. Nadie de mi familia me podía acompañar. No sin dificultades, logré llegar el 26 de octubre de 2018, tras lo cual fui trasladado a un centro de menores en la ciudad de Jerez de la frontera».
©fotos Pilar Rangel
©fotos Pueblos Unidos